Quizás os preguntareis como empezó todo el asunto sobre el voluntariado.
Yo no empece el voluntariado por iniciativa propia, sino porque desde el colegio nos lo propusieron y teníamos que hacerlo. Pero a día de hoy si nos dijeran que el voluntariado se ha dado por terminado yo sería quien me buscaría algun tipo de voluntariado.
Hay muchas organizaciones en las que puedes ser voluntario, en residencias de ancianos, dando apoyos escolares, ayudando a personas discapacitadas, o haciendo campañas religiosas.
Si queréis probar, u os sentís identificados con lo que os he contado en estas pequeñas entradas, podéis dejar mensajes pidiendo información y encantada os responderé y os daré datos para que vayáis a informaros.
Espero que os animéis, y que os pueda ayudar y dar consejos desde mi experiencia.
viernes, 26 de febrero de 2016
Presentación del programa
Mi voluntariado se lleva a cabo en la residencia La Misericordia.
Se trata de una fundación sin ánimo de lucro que tiene como objetivo fundamental ofrecer servicios a la sociedad pamplonesa como centro asistencial, que esta dirigido tanto para personas autónomas como a personas con necesitados de asistencia, que muestran una situación de mayor necesidad y menores recursos.
Es un lugar para la tranquilidad, la buena compañía y la atención personalizada.
Se encuentra situada en la calle vuelta del castillo 1, planta Baja. En Pamplona.
La labor que hacemos nosotros siendo voluntarios es ir y dedicar 1 hora semanal a jugar con las personas que residen ahí. Jugamos a diversos juegos dependiendo de lo que ellos quieran, como por ejemplo a la brisca, al parchis o al chinchon. Aunque en alguna ocasión especial jugamos a los bolos, comemos castañas o nos llevan pastas.
Se trata de una fundación sin ánimo de lucro que tiene como objetivo fundamental ofrecer servicios a la sociedad pamplonesa como centro asistencial, que esta dirigido tanto para personas autónomas como a personas con necesitados de asistencia, que muestran una situación de mayor necesidad y menores recursos.
Es un lugar para la tranquilidad, la buena compañía y la atención personalizada.
Se encuentra situada en la calle vuelta del castillo 1, planta Baja. En Pamplona.
La labor que hacemos nosotros siendo voluntarios es ir y dedicar 1 hora semanal a jugar con las personas que residen ahí. Jugamos a diversos juegos dependiendo de lo que ellos quieran, como por ejemplo a la brisca, al parchis o al chinchon. Aunque en alguna ocasión especial jugamos a los bolos, comemos castañas o nos llevan pastas.
lunes, 22 de febrero de 2016
Presentación del voluntario
Para poder empezar con este pequeño blog dedicado a ser voluntario, primero debo presentarme.
Mi nombre es Johanna Torres, estudio en el Colegio Cardenal Larraona y tengo 18 años.
Soy voluntaria en La Misericordia.
He decidido decantarme por la rama de estudio Ciencias Sociales, puesto que quiero estudiar Derecho con Criminología en Barcelona.
Vivo con mis hermanos, mi madre y mi abuela materna.
La idea de hacer un voluntariado al principio no me hacia mucha gracia, puesto que siempre me planteaba cosas como "serán personas enfadadas, ¿de qué voy hablar con ellos?, que aburrimiento,".
Para ser sincera la primera vez que fui me sentí muy insegura porque no sabia con que tipo de persona iba a estar, si me iba a sentir a gusto o si se iban a sentir a gusto ellos. Pero al terminar mi primer día de voluntariado salí contenta y hasta me quede con ganas de más, cuando disfrutas del tiempo, el tiempo se va volando sin que te des cuenta si quiera.
Al principio jugaba al parchis con Desi y Alejandro, uno de ellos, Desi, no sabia jugar porque en su tiempo el parchis era un "juego de mujeres", pero con el paso de los días aprendió. Jugue con ellos durante un mes, y luego rotamos para que conozcamos a más personas.
Ahora mismo estoy jugando a la brisa, no sabía como se jugaba y todas las señoras me ayudaron para que aprendiera con facilidad.
Hay una mujer que se llama Paula, siempre te recibe con una sonrisa, bueno, como todos. Siempre jugamos siendo parejas al parchis, y jugamos ella y yo, es apodada como la mejor de la brisa.
Las personas que nos supervisan durante la hora que estamos ahí, son unas personas extraordinarias siempre preguntando que tal, preocupandose por nosotros, a veces incluso nos llevan pastas o hacemos algunos juegos distintos.
No se como explicar pero es una gran satisfacción que al llegar te digan "por fin, os estabamos esperando con ganas,", y cuando te despides te dicen "la semana que viene nos vemos". Se han acostumbrado a que vayamos mi grupo el jueves y otro grupo el viernes. El ver como se divierten o como se rien cuando te cuentan alguna de sus historias o cuando ganan al jugar es algo que las personas no entienden hasta que no lo viven. Porque si a mi me lo hubieran contado sin que yo lo hubiera vivido lo hubiera tomado como una tontería.
Estoy decidida a seguir el año que viene con el voluntariado en la Misericordia, y desde aquí os animo a que vosotros también lo probéis, porque te llena más que cualquier cosa material.
He decidido decantarme por la rama de estudio Ciencias Sociales, puesto que quiero estudiar Derecho con Criminología en Barcelona.
Vivo con mis hermanos, mi madre y mi abuela materna.
La idea de hacer un voluntariado al principio no me hacia mucha gracia, puesto que siempre me planteaba cosas como "serán personas enfadadas, ¿de qué voy hablar con ellos?, que aburrimiento,".
Para ser sincera la primera vez que fui me sentí muy insegura porque no sabia con que tipo de persona iba a estar, si me iba a sentir a gusto o si se iban a sentir a gusto ellos. Pero al terminar mi primer día de voluntariado salí contenta y hasta me quede con ganas de más, cuando disfrutas del tiempo, el tiempo se va volando sin que te des cuenta si quiera.
Al principio jugaba al parchis con Desi y Alejandro, uno de ellos, Desi, no sabia jugar porque en su tiempo el parchis era un "juego de mujeres", pero con el paso de los días aprendió. Jugue con ellos durante un mes, y luego rotamos para que conozcamos a más personas.
Ahora mismo estoy jugando a la brisa, no sabía como se jugaba y todas las señoras me ayudaron para que aprendiera con facilidad.
Hay una mujer que se llama Paula, siempre te recibe con una sonrisa, bueno, como todos. Siempre jugamos siendo parejas al parchis, y jugamos ella y yo, es apodada como la mejor de la brisa.
Las personas que nos supervisan durante la hora que estamos ahí, son unas personas extraordinarias siempre preguntando que tal, preocupandose por nosotros, a veces incluso nos llevan pastas o hacemos algunos juegos distintos.
No se como explicar pero es una gran satisfacción que al llegar te digan "por fin, os estabamos esperando con ganas,", y cuando te despides te dicen "la semana que viene nos vemos". Se han acostumbrado a que vayamos mi grupo el jueves y otro grupo el viernes. El ver como se divierten o como se rien cuando te cuentan alguna de sus historias o cuando ganan al jugar es algo que las personas no entienden hasta que no lo viven. Porque si a mi me lo hubieran contado sin que yo lo hubiera vivido lo hubiera tomado como una tontería.
Estoy decidida a seguir el año que viene con el voluntariado en la Misericordia, y desde aquí os animo a que vosotros también lo probéis, porque te llena más que cualquier cosa material.
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